Pontos, la ola, tuvo como primogénito a Nereo, llamado el Viejo del Mar
por ser siempre leal, benigno e impartir perpetuamente con equidad...

Nereo se unió a Doris, una de las hijas de Océano, y tuvieron
a las Nereidas, jóvenes y bellas eternamente.
Bondadosas con los navegantes, las Nereidas recorrían los mares
montadas en delfines en socorro de los marineros...


Una de ellas,
Anfitrite, fue esposa de Poseidón, dios del mar y
valedor de un poderoso tridente capaz de transformar
tanto la tierra como el mar...


Pero la ola también engendró a las tres Arpías,
la borrasca, la vueladeprisa y la oscura.
Tres genios malhechores y temibles que, cuando caen
sobre el mar, nada les detiene. Destruyen y engullen todo a su paso...

Atargatis, diosa de la luna, madre de las sirenas y esposa del rey del sol,
nació del huevo de un pez que fue incubado por una paloma.
De su cabeza emanaban rayos de luz con los que encendía el cielo...

Las sirenas, con su canto dulce y seductor, hechizaban
a los marineros que dirigían sus naves directos a los arrecifes
de las sirenas donde encallaban y eran devorados sin piedad...


Ulises tuvo la precaución de taparse los oídos con cera,
ató su cuerpo al mástil de su nave y puso rumbo mar a dentro,
mientras que su tripulación, hechizada, se olvidó de comer, beber y dormir...